top of page

2019: ¡Que Año!

¡No puedo creer que este sea el último viernes del año! Hace nada me encontraba escribiendo sobre la llegada de los inevitables 30 y “puff” en un abrir y cerrar de ojos estamos despidiendo el 2019, dándole la bienvenida al 2020 y yo, dándole entrada a los 31 años de vida.

En este último año a mi me pasó de TODO. Cuando les digo TODO, no es una exageración. Fue una montaña rusa. Tuve momentos increíbles. Tuve momentos duros en los cuales me llené de angustias, miedos, penas, soledad, llanto, insomnio y dudas. Pero a la vez, tuvo momentos maravillosos de baile, risas, alegrías, amor, viajes, crecimiento, fe y esperanza. Si ustedes me hubieran preguntado qué pensaba de mi año como en junio, les hubiera contestado “Ha sido el peor año de mi vida.” Sin embargo, hoy, analizando cada momento, puedo decir que fue un año ESPECTACULAR. Que si los 30 años no se viven así de “al límite” como los viví yo, no valen la pena. Cada momento duro que pasé fue un obstáculo que superé. Aprendí a valorar a cada persona, cada cosa, cada situación y circunstancia en mi vida.

Antes de todas estas experiencias, yo era una persona muy cauta. Trataba de hacer todas las cosas bien. Llevaba todo en orden, tratando de hacer siempre lo correcto. No es que ya no sea así, claro, conservo mis principios. Pero, ¿saben que me di cuenta? Nosotros nos abstenemos de cometer errores por no salir dañados. Intentamos ser perfectos y no nos relajamos, no disfrutamos. No nos arriesgamos a vivir. Dejamos de hacer tonterías y nos tomamos la vida con tanta seriedad que muchas veces nos olvidamos de vivirla. Y la vida, mis queridos saltamontes, está hecha solo de momentos, no nos podemos perder el “ahora”. Podemos viajar ligeros de equipaje, dejando a un lado las expectativas, los compromisos. Vivir significa eso: viajar livianos.

Aprendí este año que la vida es tan buena maestra que te presenta la misma lección una y otra vez, de manera distinta hasta que la dominamos y la aprendemos por completo. Aprendí que tenemos que creer en nosotros mismos aún cuando nadie confíe en nosotros. No todo llega rápido, todo toma su tiempo. Vamos aprendiendo a medida vamos avanzando y conservamos los pies en la tierra y la mirada en el cielo. Tenemos que aprender a construir nuestros caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes.

Debemos hacer la paz con nuestro pasado para que no interfiera en nuestro presente. Debemos entender que lo que los demás piensen de nosotros no es nuestro problema. El tiempo lo cura todo. Nadie está a cargo de nuestra felicidad, solamente nosotros. No podemos comparar nuestra vida con la de otros y no podemos juzgarlos, porque no tenemos idea del camino que ellos han recorrido.

Tenemos que aprender a reconocer lo lejos que hemos llegado y recordar como orábamos por aquello que hoy tenemos.

Soy tan feliz y agradecida por cada uno de los momentos que hasta ahora he vivido, de la gente que ha llegado a mi vida y se ha quedado, de la gente que se ha marchado dejando un espacio maravilloso para las nuevas experiencias. Asi que en este último Viernes de Nicole del año, les propongo que nos perdonemos por cada vez que comparamos nuestros logros y nuestro camino con el de otros. Que nos demos la oportunidad de reiniciar, de reajustar nuestra vida de la manera que consideremos adecuada, sin importar las veces que esto sea necesario. No gastemos nuestra energía en cosas que no suman. Nunca perdamos la fe, los mejores comienzos usualmente vienen de finales difíciles.

Este 2020 les propongo que estemos tan ocupados amando nuestra vida que no tengamos tiempo para odios, arrepentimientos ni miedos. Después del año que tuve, NI LOCA quiero volver a tener un año aburrido, que siga sorprendiéndome la vida, dándome momentos impresionantes. Que se venga lo que se tenga que venir y seamos más felices que nunca.

¡Feliz último viernes del año y feliz cumpleaños adelantado para mi! 😊

Comments


SUBSCRÍBETE Y RECIBE EL VIERNES DE NICOLE EN TU CORREO ELECTRÓNICO

¡Gracias por suscribirse a este proyecto de amor y luz! Espero que disfruten cada viernes de estos artículos en los cuales dejo parte de mi alma en ellos. Llamaron alma a lo que no pudieron explicar del cuerpo y llamaron Viernes de Nicole a lo que no pudieron explicar del alma. ¡Disfruten!

© 2020 El Viernes de Nicole

bottom of page