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Foto del escritorNicole Vaquero

La Autoridad

¿Qué es para ustedes la autoridad? ¿Es buena o mala? La autoridad está definida, según el diccionario, como “la facultad o derecho a gobernar a personas que están subordinadas”. Yo siempre he pensando en la autoridad como una potestad necesaria que se ejerce sobre las personas, siempre tratándolas dentro del marco del respeto, pero sin dejar que las cosas se salgan de las manos convirtiéndose en insubordinación. Siempre pensé que la autoridad era eso, que le demostramos al mundo sobre otros.

Sin embargo, la semana pasada escuché una espectacular cátedra sobre la autoridad. No era para nada lo que yo pensaba, no era ni por cerca aquello que me imaginaba y que yo pensaba que tenía. Mientras escuchaba a esta persona disertar sobre la autoridad, nos decía que como seres humanos la mayor autoridad que ejercemos, debería de ser sobre nosotros mismos. Que somos seres llenos de autoridad para cortar, romper y deshacer todo aquello que no trae nada bueno a nuestra vida. Que si bien es cierto, se necesita de la autoridad para poder ejercer sobre nuestros subordinados, esta autoridad solo vendrá, si tenemos autoridad sobre nosotros mismos.

Toda la semana esas palabras se quedaron en mi. Pensaba en la autoridad, qué tipo de autoridad tengo yo y qué hago con ella. Llegue a la conclusión de que no soy nada diestra en ella. La verdad, no tomo autoridad de muchas cosas, no logro cortar, ni romper, con las cosas que me hacen daño; siempre creo en otra oportunidad, pero esa oportunidad se vuelve eterna.

Creo que si nos inspeccionamos y vemos la “autoridad” que poseemos o creemos poseer, nos daremos cuenta que es mínima. Pensamos que porque le hablamos con voz de mando a las personas, tenemos autoridad, que porque podemos causar miedo en otros, tenemos gran autoridad, pero no es así.

La verdadera autoridad radica en el poder de subordinación que tenemos sobre nosotros mismos. Si podemos ser disciplinados, sabiendo distinguir aquello que es nocivo o tóxico en nuestra vida y cortarlo de raíz con autoridad, podemos tener una vida más plena, más feliz y mucho más sana.

Hoy, por ejemplo, me costó sobre manera escribir este “Viernes de Nicole”, entre trabajo y ganas, me estaba haciendo la loca. Recordando el tema de la autoridad, me dije a mi misma: “Mi misma ponete las pilas y escribí”. Actúe con autoridad, alejando aquellos pensamientos de pereza que se querían apoderar de mi y concluí con mi deber.

Los invito a que se examinen y sepan cuales son sus puntos de lucha o en qué parte de su vida necesitan un poco de autoridad en sus vidas.

¡Feliz Viernes! 😊

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