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Nicole, La Tortuga Ninja

En Semana Santa, durante nuestra anual guerra de huevos, mi hermano tuvo una “acalorada” discusión conmigo. El tema de la discusión era que yo era una “cerrada de mente”. Esta discusión no causó las lágrimas como en viernes anteriores les he comentado, pero si, esas palabras dejaron una impresión en mi y me hicieron pensar.

Había días que le daba la razón, otros días decía “mmm, ¡este Fer que hablador! Yo no soy para nada cerrada. Soy la escritora de El Viernes de Nicole, soy súper positiva y entradora.”

Y comencé a pensar en las veces o en las situaciones en las que a veces me cierro. Claro, hay situaciones en las que me vuelvo una tortuga ninja completa de hermética porque siento que a veces no vale la pena estarse desgastando, o para ser más honesta, tal vez yo siento que no vale el esfuerzo. Y es precisamente ahí donde YO, esta chispita de luz brillante, me equivoqué.

Y me di cuenta cuan equivocada estaba cuando recordé las inmortales palabras de la Tía Escolástica, en El Amor en los Tiempos de Cólera: “Dile que sí, aunque te estés muriendo del miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no”.

Aunque en el contexto de la novela, la Tía Escolástica está alentado a su sobrina, Florentina Daza, a que conteste una propuesta de matrimonio, creo que esta inmortal frase se puede aplicar en todos los aspectos de la vida.

A veces estamos tan cerrados a TODAS las posibilidades que se nos presentan, que rechazamos todo. No nos damos cuenta de las oportunidades de vivir tan maravillosas que se nos presentan, de conocer gente hermosa, solo por estar cuadrado en una sola idea, esperado quien sabe qué y protegiéndonos como tortugas ninjas. A todo y a todos les queremos encontrar un “pero” y un defecto, algo que desacredite nuestra cercanía con esa situación. Algo que nos de la excusa perfecta para irnos, para meternos dentro nuestro caparazón.

Pero saben, estamos dejando de vivir. Estamos poniendo en pausa TODO, por una idea preconcebida. Nuestras vidas se vuelven monótonas, solas y aburridas.

Entonces, digamos que sí. Digámosle que sí a vivir sabiendo que si vienen los relajos, pues vienen porque vivimos, no son arrepentimientos y llantos por todo lo que dejamos de hacer. Si en todo caso metemos la pata por decir que sí, es NUESTRO caos, es NUESTRO relajo. Y así como se formó, se arreglará, porque lo intentamos, porque decidimos VIVIR.

Así que mi consejo como ex tortuga ninja es el mismo de la Tía Escolástica, “DILE QUE SÍ…” es la decisión más valiente y más acertada que podremos tomar. Valor se hace presente, el temor de escapa. Seamos personas de “Sí” y no tortugas ninjas.

Yo estaba cerrando puertas, negándome y atándome a algo que no les puedo explicar porque ni yo todavía lo entiendo, pero decir que sí y atreverme ha sido de las experiencias más gratificantes que estoy teniendo.

¡Feliz Viernes! 😊

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