Las mujeres vivimos preocupadas siempre por como nos vemos. Si estamos gordas o delgadas, si estamos gruesas o no tenemos suficiente “carnita” para llenar ciertas prendas de ropa. Realmente pareciera que nunca estamos satisfechas con nosotras mismas. Muchos me dirán o pensarán que es debido a nuestra autoestima, ya que siempre estamos trabajando para ser físicamente mejores. Yo les confieso que soy terriblemente insegura acerca de mi apariencia. Siempre le estoy preguntando a mi mamá, papá, hermanos: “¿Me veo gorda?, ¿Se me ven grandes los brazos?, ¿Tengo celulitis?, ¿Me veo muy cachetona?” Creo que muchas mujeres cuando lean esto, se darán cuenta lo frecuente que lo hacen. Siempre estamos esperando la aprobación y la opinión de nuestra apariencia física. Hace un par de semanas leí un artículo sobre una atleta que practica el crossfit. Ella forma parte de un sitio en línea para conocer personas y un usuario al ver su perfil, la seleccionó y consciente de lo que hacía comenzó a escribirle frases ofensivas. Diciéndole que se veía demasiado musculosa, que parecía hombre, que él se encontraba en búsqueda de una “mujer de verdad” no alguien que se pareciera a él o tuviera más musculatura que él.
Obviamente, a la atleta no le importó lo que este “caballero” pensara de su aspecto físico, pero lo que verdaderamente le desagradó, fue su mala intención de escribirle solo para decirle eso. En ningún momento sus intenciones fueron otras que hacerle saber su descontento por su foto de perfil y su apariencia.
Cuando leí esto, comencé a analizar cómo me veía yo; como dejaba que me afectara lo que las personas pensaban de mi. Como si me decían que los “brazos se me veían muy grandes” comenzaba a dejar de hacer ciertos ejercicios, comer menos y a ponerme camisas con mangas.
Yo me pregunto, ¿Cómo es una verdadera mujer? ¿Quién determina la belleza de una mujer?
¡Cómo se nos vende la imagen que la mujer tiene que ser de cierta manera! Comencé a indagar sobre las mujeres y el concepto de belleza y realmente me encontré aterrorizada con lo que hallé. Descubrí datos escalofriantes de como mujeres se someten a dolorosas operaciones para llenar un estereotipo de belleza que se les fue dado. Lo verdaderamente triste es que en rango de edad de las operaciones estéticas ocurre entre los 18-44 años. En estas edades me parece a mí que es cuando la mujer por naturaleza, se encuentra en todo su esplendor. Ponemos en riesgo nuestra salud física y mental con tal de complacer al mundo y no a nosotras mismas.
No estoy en contra de las cirugías estéticas, pero de lo que si me encuentro en contra es de realizarlas por llenar un estereotipo, por pensar que seremos más atractivas al mundo si nos hacemos un determinado procedimiento. Por empeñarnos en ser algo que otros quieren que seamos.
Desafortunadamente, el sensacionalismo llega a todas partes, desde niñas a mujeres maduras. Nos vemos envueltas en un torbellino de lo que el mundo pone de moda. Creo que lo que vale la pena poner de moda es la seguridad de la mujer. Pienso que el sensacionalismo debería dedicarse a explotar la belleza interior de la mujer, y que lo que se debería explotar y difundir es que somos bellas como nos sintamos cómodas. Creo que en la medida que nos aceptemos, nos amemos, nos valoremos, seremos atractivas al mundo.
Quien determina nuestra belleza, somos nosotras mismas. Nuestra belleza está dentro de nosotras mismas, no en lo que otros esperan que seamos. Una verdadera mujer no se determina por el tamaño de sus caderas o pechos, se mide en la fortaleza de su espíritu y en saber que con la bondad y gentileza de su corazón, puede cambiar al mundo. A medida que nuestro cerebro vaya poniendo ideas positivas en nuestra cabeza, ideas de amor propio, dicha, satisfacción personal, nos veremos verdaderamente hermosas.
Mujeres, nuestra belleza no depende lo que una revista diga, nuestra belleza radica en como nos veamos a nosotras mismas. Aspiremos a esa seguridad que se nos dio innata y que si ponemos un poquito de nuestra parte podremos ser las más bellas del mundo. ¡Yo las incito, mujeres, a que seamos fuertes, saludables, radiantes, y gentiles con nosotras mismas!
En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, celebremos nuestra belleza y sepamos apreciarla. ¡Somos hermosas!
“Cualquiera que conserve la capacidad de ver la belleza jamás envejece”. Franz Kafka
¡Feliz Viernes! 😊