Entre Nostalgia y Nuevos Comienzos
- Nicole Vaquero

- 12 ago
- 2 Min. de lectura
Definitivamente, reducirme a escribir solo un viernes es recortarme la vida.
Es podar mis experiencias, mis pensamientos y hasta mi imaginación.
Es privarte a vos, que me lees, de la oportunidad de verte reflejado en los momentos que vivo.
Hace más de un año, Julián empezó en una guardería/escuela. No fue por moda, ni por impulso, sino por pura necesidad: no tenemos familia cerca, y tanto mi esposo como yo trabajamos a tiempo completo. La idea de que Julián pasara todo el día con una sola persona de apoyo nos daba temor.
La decisión de llevarlo a la escuelita no fue fácil, pero sí resultó la más funcional… y la mejor para él. Encontramos un lugar hermoso, cerca de casa, con orientación cristocéntrica; en fin, el mejor sitio que podíamos elegir para que estuviera bien.
Con el tiempo, empezamos a ver que la escuela, aunque ya ofrece educación formal, quedaba demasiado lejos. Además, nos inquietaba que en cierto punto dejara de ser mixta y pasara a ser solo de varones. Y ahí comenzó otra búsqueda.
Hoy nos citaron para conocer uno de los centros educativos a los que aplicamos. Entre orgullo, nervios y un revoltijo de recuerdos, recorrí los pasillos de lo que podría ser la escuela donde Julián viva sus años escolares.
Y es que no importa cuántos años pasen: ese olor a primeros días de clase no cambia. Los uniformes impecables, los grandes con sus audífonos y ese caminar de “soy el dueño del mundo”. Las maestras dando indicaciones, y yo, inevitablemente, viajando a mis días de escuela: las compras de útiles, los marcadores nuevos, la emoción y el miedo mezclados.
Ahí, entre pasillos, me di cuenta de lo rápido que pasa la vida. Hace nada yo era la alumna. Después, ayudaba a mi mamá con mis hermanos. Y ahora… soy yo la mamá preocupada por el ingreso, por la experiencia, por la mochila —literal y figurada— que quiero llenar de herramientas para que mi hijo las lleve a la vida.
Y aunque todo esto me llena de ilusión, también me da miedo.
Porque, seamos honestos: esta es la única profesión sin manual ni libro de texto, pero con el examen más importante. Las decisiones que tomemos por ellos hoy se reflejarán en los adultos que serán mañana. Los caminos que tomemos forjarán sus vidas y las memorias que
Sí, me da nostalgia dejar la escuelita. Sí, me asusta el cambio a una escuela más grande. Pero también sé que no soy la primera mamá que pasa por esto… ni seré la última.
Y que Julián, como siempre, brillará donde le toque estar.
¡Feliz martes! 🌿





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